Unión de Escritoras y Escritores: Frente a los falsos debates, afirmamos el valor de la literatura en las escuelas
Desde la Unión de Escritoras y Escritores afirmamos el valor de la literatura como herramienta idónea para abordar temáticas complejas en el marco del aula, con el acompañamiento y la guía de docentes. Cabe destacar que los planes de lectura impulsados por los estados provinciales, de quienes dependen los establecimientos primarios y secundarios, son vitales para democratizar el acceso a la lectura y propiciar debates. Los argumentos esgrimidos en estos días para denostar a uno de estos planes con el objetivo de “cuidar a los estudiantes de contenido no apto para ellos” ningunea los dispositivos utilizados y a los profesionales encargados de diseñar los planes y llevarlos adelante. Detrás de cada plan de lectura están los escritores y especialistas encargados de seleccionar el material, no solo en relación con las temáticas que abordan sino con sus aportes estéticos y formales. Luego, los estados provinciales adquieren ese material y lo distribuyen para que esté disponible en las bibliotecas de los establecimientos educativos. En esas bibliotecas también hay bibliotecarios, que son los mediadores entre el material y los estudiantes. Y hay profesores, que para abordar los contenidos curriculares hacen uso de este material disponible con actividades diseñadas específicamente. Las trabajadoras y trabajadores que son parte de este círculo virtuoso han estudiado y son especialistas en cada uno de estos temas. Atacar un fragmento del contenido de una obra, recortado y descontextualizado no solo de la obra de la que forma parte sino de todo este dispositivo pedagógico en el que se inserta, supone un cuestionamiento que no busca aportar a los debates que especialmente los jóvenes demandan, sino cancelarlos. Lo cual constituye una erosión a la libertad de expresión propia del sistema democrático. En la realidad en la que los estudiantes secundarios viven, atravesada por el acceso a estímulos de todo tipo en las redes y con posibilidades acotadas de control por parte de las familias, el espacio de debates y reflexiones en el aula a partir de textos literarios desafiantes es una herramienta de empoderamiento para ellos, no un problema del cual correrlos. Las declaraciones oídas en estos días sobre distintas obras literarias conducen a climas claramente persecutorios, cosa que ya está ocurriendo, y remiten a un pasado autoritario al que no quisiéramos volver nunca más.