El empresario argentino Fred Machado y una red de narcotráfico y fraude con vínculos políticos

Una investigación judicial en Texas destapó una compleja trama que vincula narcotráfico, fraude financiero y política argentina. El fideicomiso Aircraft Guaranty Corporation, epicentro de un esquema Ponzi con aviones registrados a nombre de testaferros, fue utilizado para mover millones de dólares y toneladas de cocaína. Entre los beneficiarios de las transferencias aparece el político argentino José Luis Espert.
Onalaska, una pequeña localidad de apenas 2.500 habitantes en Texas, se convirtió sin saberlo en uno de los centros neurálgicos de una red de narcotráfico, lavado de dinero y fraude financiero. Allí operaba Aircraft Guaranty Corporation (AGC), una empresa que ofrecía un servicio de registro de aeronaves a nombre de extranjeros para eludir controles de la Federal Aviation Administration (FAA).
En 2014, la firma fue adquirida por Debra Mercer-Erwin, quien, junto a su socio argentino Federico “Fred” Machado, diseñó un sistema de fideicomisos opacos que terminó implicado en operaciones de narcotráfico y transferencias irregulares a políticos y empresarios de distintos países.
Un esquema Ponzi en el aire
Según la acusación de la Drug Enforcement Administration (DEA) y fiscales federales de Texas, AGC registraba más de 1.000 aeronaves en una sola dirección postal, muchas de ellas inexistentes o revendidas varias veces. El mecanismo operaba bajo una lógica Ponzi: compradores reales o ficticios adelantaban fondos por aviones que nunca recibían, mientras el dinero era redirigido a cuentas personales y sociedades pantalla.
El punto de inflexión llegó en febrero de 2020, cuando una avioneta N311BD —propiedad del narcotraficante mexicano Heriberto Calderón Gastélum, vinculado al Cártel de Sinaloa— fue incautada en Belice con 2.310 kilos de cocaína. La aeronave había sido registrada a través de AGC.
El argentino en la trama: Fred Machado
Fred Machado, empresario argentino radicado en Estados Unidos, figura como el socio clave de Mercer-Erwin. Desde su base en Miami, gestionaba la compraventa de aeronaves, muchas de ellas usadas para operaciones ilegales.
Investigadores estadounidenses sostienen que Machado canalizó fondos hacia distintos destinos, entre ellos Argentina, donde mantuvo vínculos con figuras políticas.
El vínculo con José Luis Espert
En 2019, Nazareno Etchepare, operador digital vinculado a redes antikirchneristas, presentó a Machado con José Luis Espert, entonces candidato presidencial por el Frente Despertar. El empresario puso a disposición dos aeronaves —un Bombardier Challenger N28FM y un King Air— y una camioneta Jeep Cherokee para los traslados de campaña.
Registros contables del fideicomiso AGC, incorporados al expediente judicial en Texas, incluyen además una transferencia por US$200.000 a nombre de Espert, realizada en febrero de 2020.
El propio Espert agradeció públicamente a Machado en un video difundido durante la campaña: “Gracias, Fred Machado, por tu apoyo a este proyecto que busca cambiar la Argentina”, dijo entonces el economista.
Condena y consecuencias
Mercer-Erwin fue condenada en 2023 a 16 años de prisión por narcotráfico, lavado de dinero y fraude financiero.
Según la Joint Interagency Task Force South (JITF South), tras su detención los vuelos sospechosos vinculados al tráfico de drogas cayeron 64,84%, confirmando la magnitud del esquema.
Machado, detenido en Miami, enfrenta cargos similares y se encuentra a la espera de juicio. Su testimonio podría abrir nuevas líneas de investigación sobre los vínculos políticos y financieros en América Latina.
La trama que une fraude, narcotráfico y política
Lo que comenzó como un servicio técnico para registrar aviones terminó exponiendo una red global de crimen organizado.
El fideicomiso de Onalaska mostró cómo el sistema aeronáutico estadounidense fue utilizado para el tráfico de drogas y el lavado de dinero, con ramificaciones que alcanzaron a empresarios y candidatos argentinos.